Santiago—El 2020 fue un año negativo para las aseguradoras, cuyas pérdidas se calculan en alrededor de US$55 mil millones. Sin embargo, también fue un período de profundas transformaciones: la pandemia aceleró la industria digital por al menos cinco años y las insurtech se vieron beneficiadas por este contexto, recaudando US$ 7.500 millones , indicó el reporte anual ‘State of Insurtech’ del Boston Consulting Group (BCG) FinTech Control Tower’s.
“Las Insurtechs son objetivos de adquisición para una variedad de empresas, incluidas las aseguradoras tradicionales, las fintechs e incluso otras insurtechs. En 2020 vimos una actividad sostenida de fusiones y adquisiciones”, señala Andrés Anavi, managing director y partner de BCG. “Al mismo tiempo, las insurtechs están adquiriendo o fusionándose con distintas empresas. Las adquisiciones se están realizando para diversos propósitos, desde agregar nuevas capacidades hasta neutralizar la competencia y expandir sus huellas geográficas”, añade.El reporte ‘State of Insurtech’ brinda una visión del espacio global de las insurtechs, basada en tres aspectos – productos, madurez de las inversiones y geografías – para explorar tendencias emergentes y las tecnologías más disruptivas.
La financiación de capital acumulativa alcanzó un récord
El año pasado las insurtechs recaudaron un total de US$7.500 millones a nivel global, un 21% más que en el 2019. Fue la marca anual más alta de la industria, a pesar de la crisis sanitaria.
Los seguros de Propiedad y Accidentes (P&C por sus siglas en inglés) son los que recibieron mayor financiamiento con US$3.400 millones, acogiendo el 45% del total durante el 2020, seguidos por los de salud (US$2.100 millones, 29%), multilínea (US$1.600 millones, 22%) y de vida ($300 millones, 4%).
En 2020 el ecosistema de insurtech creció alrededor de 35%, liderado por los seguros de P&C, que tuvieron un ratio anual de crecimiento compuesto de 38%. Le siguieron los seguros multilínea con 35%.
Las firmas de capital de riesgo fueron los inversores más activos durante los últimos cinco años, con aproximadamente 2.700 contribuyentes, de los cuales el 75% estaban operando en insurtech de P&C y seguros de salud.
Las reaseguradoras se concentraron principalmente en las insurtechs del grupo de Propiedad y Accidentes, que suelen ser consideradas apuestas más seguras, siendo empresas más maduras cuya propuesta de valor es más fácil y rápida de validar.
Todas las regiones registraron récords en sus flujos de financiación
Las insurtechs establecidas en América han atraído al 70% de la financiación global desplegada en las últimas dos décadas. Esto llegó a su punto máximo con US$4.700 millones en 2020, impulsados por los soportes basados en P&C y seguros de salud digital en los Estados Unidos que alcanzaron su etapa de madurez. Algunos ejemplos representativos son Bright Health (US$500 millones), Oscar Health (US$230 millones) e Hippo (US$350 millones).
Los países de América Latina también han empezado a presenciar un aumento en la actividad de inversión. Un ejemplo de ello es la chilena Betterfly, una plataforma que brinda beneficios de bienestar, que llegó a los US$17.5 millones en diciembre del año pasado.
La región de Europa, Oriente Medio y África (EMEA, por sus siglas en inglés) registró un récord total de US$1.300 millones en flujos de financiación, un aumento del 30% en comparación al 2019.
Las insurtechs que ofrecen productos personales de seguro registraron una caída en la demanda, debido al aumento del trabajo remoto y las cuarentenas nacionales, especialmente durante la primera mitad de 2020. Mientras que la demanda por seguros para mascotas aumentó, ya que las personas empezaron a comprar o adoptar mascotas para disminuir el estrés y la ansiedad.
A nivel mundial, las insurtechs lanzaron una variedad de iniciativas para combatir los efectos del coronavirus. Por ejemplo, Cover Genius se alió con Skyscanner, para lanzar un seguro de viajes que cubre cualquier problema médico o de cancelación de pasajes.
Si algo ha quedado claro a raíz de esta crisis, es que la tecnología está jugando un rol cada vez más importante en la evolución de la industria de seguros. Y los distintos actores del sector deberán adaptarse rápidamente, si es que quieren mantenerse a flote en el mundo post pandemia.