Las soluciones avanzadas de reciclaje son fundamentales para abordar el problema de los residuos en la industria de la moda y lograr su verdadera circularidad.
Buenos Aires—En los últimos tiempos, el mundo ha dado los primeros pasos hacia la transición hacia modelos de negocios circulares y sostenibles. Según el informe del Boston Consulting Group, Circular Strategies for a Garment’s End-of-Life Moment, la industria de la moda está cada vez más consciente de su impacto medioambiental. Actualmente, el 87% de los materiales utilizados en la producción de ropa terminan siendo desechados o incinerados, y solo el 1% se recicla en nuevas prendas. Sin embargo, es urgente abordar el problema de los desechos en la industria de la moda para evitar un impacto devastador e irreversible en el medio ambiente.
El sector depende en gran medida de los recursos naturales para la producción de indumentaria. Por lo tanto, es necesario centrar los esfuerzos en lograr un modelo circular que evite el exceso de demanda y producción, así como la deforestación, la pérdida de biodiversidad, la escasez de agua, la contaminación química y una gran huella de carbono.
La solución a esta problemática se encuentra en la transición hacia un modelo de moda circular. El objetivo es establecer un sistema en el cual los textiles puedan reintegrarse a la cadena de valor, prolongando así su vida útil y reduciendo la necesidad de utilizar nuevos recursos. Esto implica abordar cinco aspectos clave: entrada, diseño, producción, uso y reutilización, y fin de vida útil.
Cada uno de estos aspectos juega un papel importante en la creación de una cadena de valor completamente circular. Por ejemplo, aumentar el contenido reciclado en las fibras técnicas reduce la demanda de recursos vírgenes y minimiza el desperdicio. Sin embargo, lograr este proceso requiere tiempo y madurez en cada etapa.
"La moda es uno de los mayores contribuyentes a la crisis climática, siendo el segundo mayor consumidor de agua y la principal fuente de contaminación de microplásticos en los océanos, donde el 35% corresponde a textiles", explicó Cristián Carafí, socio de BCG. "Sin embargo, las empresas y los organismos pueden hacer algo para cambiar esto. Poco a poco están abandonando el modelo lineal de comprar, usar y desechar, y están adoptando uno más respetuoso con el medio ambiente. Pero debemos acelerar estos pasos y sumergirnos en una verdadera carrera hacia un modelo de negocio amigable con el planeta", agregó Carafí.
Incluso existe una necesidad urgente de centrarse en soluciones de circularidad cuando los productos alcanzan el final de su vida útil. El proceso de fin de ciclo de vida de los productos de moda es complejo y requiere la colaboración de varios actores. Desde la recolección y clasificación de los residuos textiles hasta la reutilización y el reciclaje, existen desafíos logísticos, barreras geográficas y limitaciones en los modelos de negocios que deben superarse.
Entre las brechas en la cadena de valor, al final de la vida útil, se encuentran la falta de recolección efectiva de prendas reutilizables y reciclables, la ineficiencia en los procesos de clasificación, la falta de estrategias de apoyo para la reventa de prendas no vendidas y las limitaciones en el reciclaje de circuito cerrado.
Cerrar estas brechas requerirá la implementación de medidas como simplificar los esfuerzos de recolección, mejorar los incentivos para devolver prendas usadas, desarrollar tecnologías más eficientes, superar las barreras logísticas y mejorar las soluciones de reutilización y reciclaje.
En conclusión, abordar el problema de los residuos en la moda requiere una transición de la industria tradicional y lineal (comprar, usar y desechar) a un modelo circular en el cual los productos se reutilicen o reciclen en lugar de desecharse. Solo a través de medidas colectivas y un enfoque integral se podrá mitigar la crisis de residuos en la industria y proteger el medio ambiente.
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Patricia Gutiérrez
Marketing Manager
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