- El 25% de las tiendas de conveniencia y un 80% de bares y restaurantes de Latinoamérica podrían cerrar debido a la pandemia reveló el estudio “Protecting CPGs’ Distribution Networks in Latin America.
- Para ganar en la nueva realidad, las empresas CPG deben impulsar a las pymes a adoptar tres directrices basadas en los protocolos de higiene y seguridad, comercio electrónico y liquidez financiera.
Lima — Se estima que hasta un 25% de las tiendas de conveniencia, aquellas que atienden las 24 horas del día, y un 80% de bares y restaurantes de Latinoamérica podrían cerrar debido a la pandemia del COVID-19. Esta situación perjudicaría fuertemente a los fabricantes de bienes de consumo masivos (CPG, por sus siglas en inglés), quienes consideran a estos negocios como uno de sus canales de venta más rentables, indicó el estudio “Protecting CPGs’ Distribution Networks in Latin America” elaborado por BCG.
“La desaparición de tantos pequeños negocios tendrá un efecto negativo en las empresas de CPG, que dependen del comercio tradicional para la mayoría de sus ventas en Latinoamérica. Por ello, estas compañías deberán adaptarse a los nuevos retos presentados por la pandemia y configurar la nueva forma que tendrá el comercio tradicional”, indicaron Daniel Azevedo, Joel Muniz, Sandro Marzo, Nicol Zhou, Francisco Barroso y Frederik Bruggink, autores del estudio.
Para que los grupos de empresas de CPG puedan impulsar a las pymes durante la pandemia, el estudio de BCG propone tres principales acciones:
- Mejore las prácticas de seguridad e higiene en los establecimientos: Las empresas CPG deben hacer hincapié en los protocolos de higiene que deben seguir los empleados, desde el lavado de manos continuo hasta la manera correcta de estornudar. Sería útil brindarles folletos que describan los síntomas y los pasos que deben seguir en caso se presente un posible contagio de COVID-19. El cuidado con los equipos de protección individual como guantes y mascarillas es otra forma de mostrar seguridad. Por otro lado, las pymes deben adoptar prácticas de distanciamiento social en el exterior y en la zona de pago de la tienda, así como limitar el número de compradores. Además, las empresas de CPG deben desempeñar la función de asesores de seguridad. Por ejemplo, tenemos a Pepsi, Coca-Cola, Mondelēz y Kellogg’s con el programa “Mi Tienda Segura”, el cual brinda recomendaciones por Whatsapp para que las tiendas de barrio puedan cerciorarse de mantener sus establecimientos seguros para los clientes.
- Adáptese al cambio de compra online: Entre los indicadores de comercio electrónico en el mundo se resalta que China multiplicó la venta online por cinco. En Argentina, la plataforma de Mercado Libre incorporó 1,7 millones de nuevos clientes después de que se declarara la pandemia de COVID-19. En Latinoamérica los servicios de entrega a domicilio como Rappi crecieron, así como el uso del Whatsapp o Facebook para la entrega y recojo de pedidos. Los proveedores deben tomar la iniciativa de ayudar a las pymes a utilizar estas plataformas y aleccionarlas sobre el uso de soluciones tecno-financieras y mercados digitales para realizar pedidos online. También, es posible que algunas herramientas de ventas B2B que utilizan las empresas de CPG como “Mi Mercado” del Grupo Modelo, líder en la elaboración, distribución y venta de cervezas en México, puedan adaptarse para facilitar las transacciones B2C.
- Garantice liquidez financiera: Para sobrevivir a la recesión muchas pymes latinoamericanas necesitarán ayuda financiera directa. Por ello, algunas empresas de CPG han empezado a flexibilizar sus condiciones de pago habituales para las tiendas y restaurantes. El sector de CPG también puede asignar a las pymes fondos económicos que reciben como estímulo de los gobiernos. En Brasil, el importe aprobado para su distribución a las pymes es de alrededor de $7, 500 millones; en Argentina, el monto es de $5, 000 millones; en Colombia, el plan de estímulo incluye $500 millones para préstamos de emergencia a pymes y $100 millones de fondos de emergencia para microempresas y en el Perú se ha destinado más de $224 millones en ayudar a reactivar las pymes. En algunos casos, las empresas de CPG pueden efectuar préstamos directos a las pymes con condiciones de devolución flexibles y recae en ellas la responsabilidad de identificar las que tienen mejores expectativas de éxito a largo plazo.
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